Guerra entre mamás – Mami Obstetra

Guerra entre mamás

Desde que inicié mi vida como mamá me di cuenta que las mujeres estamos sometidas a constantes comentarios, críticas, consejos no pedidos y a que se nos juzgue por nuestras decisiones y formas de criar a nuestros hijos. Antes había oído que existía una presión hacia la «maternidad perfecta» y siempre pensé que esta presión lo daban los medios comunicación, redes sociales, los esposos no comprometidos, las mujeres sin hijos y los varones en general, qué ilusa era, pero ya metida en este mundo maternal me di cuenta que además de todos estos personajes juzgadores de la maternidad, somos nosotras las madres quienes estamos en una constante guerra y pugna por quién hace mejor las cosas o quién es «mejor madre».
La presión a la que nos enfrentamos hoy en día las madres es aterradora. Cada día me sorprendo de cómo muchas mujeres nos ponemos en contra de otras sin respetar sus puntos de vista, creencias e ideales, me incluyo humildemente porque muchas veces lo hacemos inconscientemente.

Las que somos madres sabemos que la maternidad no es una tarea fácil y esta no viene con un manual de instrucciones, los bebés deberían venir al mundo con una clara advertencia: «Querida mamá, sé que harás lo mejor que puedas, pero hagas y o z igual te van a criticar». Estas críticas y consejos no pedidos no sólo van hacía nosotras sino que también incluyen a los padres, pero por supuesto quienes tenemos que lidiar con estos reproches todo el tiempo somos las madres.

La guerra va mucho más allá de la liga de la teta frente a la liga del biberón y esto comienza desde el momento en el que das a luz. Hagamos un pequeño listado de las experiencias más comunes por las que pasamos las madres, seguramente te vas a sentir bastante identificada con al menos una de estas afirmaciones:

  • Si tu bebé nació por un parto normal en posición vertical eres una hippie antigua que no sabe que existen ya la cesáreas y en la actualidad no es necesario pasar por ese «dolor» o si tu bebé tuvo que nacer por cesárea eres una mujer cobarde.
  • Si eliges dar leche materna mostrando el pecho en la calle te acusan de ser una exhibicionista descarada o si por desconocimiento le diste fórmula te tachan de plano de ser una mala madre, en vez de ayudarte y darte una solución para una posible relactación.
  • Si crías a la manera convencional eres una desinformada o si eliges una crianza respetuosa con apego eres una hippie.
  • Si duermes con tu bebé te dicen que lo aplastarás y no tendrás vida en pareja, o si tu bebé duerme en su cuna solo en su cuarto que eres una mala mamá insensible.
  • Si estás un tanto descuidada por no tener tiempo para ti eres una mujer que abandona su lado femenino y descuida a su marido, o si vas seguido al salón de belleza dicen que descuidas a tu bebé y eres demasiado superflua.
  • Si quedaste gordita después del embarazo es porque eres descuidada y comes demasiado, o si bajaste de peso muy rápido después del parto eres una mujer plástica que sólo se preocupa en lo físico.
  • Si volviste al trabajo pronto es porque no te importa la maternidad ni tu bebé, o si te quedaste en casa a cuidar a tu bebé eres una mujer floja que no le gusta trabajar y perderás todo tipo de oportunidades.
  • Si saliste embarazada muy joven eres una mujer promiscua, y si lo hiciste ya muy grande eres irresponsable y sólo te importó tu trabajo o soltería.
  • Si dejas a tu bebé con tu esposo para salir una noche con amigas eres una mala madre y terminan con la pregunta-frase: «¿Cómo lo puedes dejar solo tan bebito?-yo jamás me despegué de mi bebé», y si nunca sales de casa por estar con tu bebé eres demasido sobreprotectora.
  • Si no lo coges cada que vez llora es porque eres una madre desapegada, y si lo calmas cada vez que llora tendrás como resultado un bebé mimado y dependiente.
  • Si en el parque no le quitas el ojo de encima te llamarán madre sobreprotectora y ansiosa.
  • Si contratas a una persona que te ayude con las labores de la casa para que tengas más tiempo de estar con tu bebé te llamarán una mala esposa que no sabe cocinar ni limpiar y descuidas al marido.
  • Si te quejas de que no duermes y confiesas que la maternidad no te hace tan feliz como te habían pintado… te acusarán de que, a estas alturas, ya deberías saber lo que implica tener un bebé, si en cambio derrochas una pasión loca por tu hijo pensarán que no sabes hacer ninguna otra cosa en la vida más que ser madre.

Hagas lo que hagas te lanzarán comentarios . Y lo más impresionante es que esos comentarios no sólo te los van a lanzar suegras convencidas de que en su época todo fue mejor, sino que lo harán otras madres, otras mujeres de tu generación que están pasando por lo mismo que tú pero tienen una opinión diferente. ¿No sería mejor unirnos y formar una confraternidad entre nosotras? Una tribu donde nuestras experiencias puedan servir de ayuda o guía a otras madres sin intentar que ellas hagan exactamente lo mismo que nosotras.
Yo tengo fe de que esto pronto se hará real y es mejor si empezamos nosotras mismas, entonces cuando veamos a una madre haciendo algo que tal vez a nosotras no nos parezca lo correcto… no lancemos críticas ni demos consejos que no nos han pedido. Comprendamos que eso le funciona a esa persona, que no necesariamente es el mismo escenario en el que yo estoy o estuve, tal vez de esta forma pronto la guerra entre madres pasará a la historia y dejemos de estar en el ojo de la tormenta.

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